Se murió un contador y se fue a reportar a las puertas del Cielo. Sabido es que los contadores por su honestidad siempre van al cielo. San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró en la maraña de papeles, así que le dijo: "Lo lamento, no estás en lista...."... Continuar leyendo